A través de la serie Esculturas Monumentales, CABA lleva su visión del arte contemporáneo a complejos industriales y espacios públicos de todo México, creando obras que conectan la materia, la identidad y el territorio.
Descubriendo México es una de estas piezas: una invitación a reflexionar sobre quiénes somos como nación y cómo el arte puede convertirse en símbolo de unión, progreso y pertenencia.
“El arte trasciende el espacio del taller para dialogar con el entorno”.
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Descubriendo México
Caldera Ruston — Vigía del Tiempo
Escultura monumental · 2025
Altura: 8 metros
Materiales: acero oxidado, bronce y simbología tlaxcalteca
Ubicación: Tlaxcala, México
Coordenadas: 19.3136° N, 98.2296° W
I. Introducción
En medio del paisaje, una máquina monumental se alza como un testigo del tiempo: la Caldera Ruston, un artefacto de ocho metros de altura que combina la ingeniería industrial del siglo XIX con la iconografía sagrada del México prehispánico.
Su presencia impone respeto y curiosidad; parece un objeto encontrado, pero también un mensaje construido desde el futuro.
La obra pertenece al ciclo “Descubriendo México”, una serie de esculturas monumentales que reinterpretan la identidad y el mito desde una mirada tecnológica, proponiendo un puente entre lo ancestral y lo espacial.
II. Terreno y Origen
Antes de la construcción, solo existía un terreno abierto, cubierto de pastos bajos y polvo volcánico.
Ese espacio silencioso fue el punto de partida de El Vigía.
Aquí, la tierra conserva la memoria de los pueblos que habitaron las faldas de La Malinche, los ecos de los murales de Cacaxtla y las formas ceremoniales de Xochitecatl.
La escultura se alza hoy en este mismo lugar, como un nuevo guardián de esa historia compartida.

III. Concepto y significado
La Caldera Ruston evoca el poder del fuego y del vapor, energías que movieron tanto las antiguas forjas como las naves modernas.
Sus relieves tlaxcaltecas —geometrías, serpientes y símbolos solares— dialogan con los remaches y planchas metálicas de una máquina industrial, fusionando la cosmovisión indígena con la memoria de la revolución mecánica.
A su alrededor se desarrolla una escena que amplifica su sentido:
una astronauta mujer con una tableta de observación registra el hallazgo;
a la izquierda, un padre y su hijo, también astronautas, contemplan el monumento, mientras el niño sostiene un osito de peluche;
y desde lo alto, un halcón observa en silencio.
Cada figura representa una dimensión humana: la exploración, la herencia y la visión.
El resultado es una alegoría sobre el descubrimiento del conocimiento, desde Tlaxcala hasta las estrellas.
IV. Fuentes de inspiración
La imaginería y los motivos aplicados a la Caldera Ruston están directamente informados por tres referencias territoriales y simbólicas que el artista ha recorrido y estudiado: Cacaxtla, Xochitecatl y La Malinche. Estas referencias no son citas literales sino puntos de partida que se transforman, traducidos al lenguaje material y tecnológico de la obra.
Cacaxtla
Centro mural y ceremonial, Cacaxtla aporta la riqueza cromática y la sintaxis narrativa de sus figuras. De aquí provienen los motivos de líneas contundentes y las composiciones simbólicas que, reinterpretadas en relieve metálico, funcionan como «paneles narrativos» sobre la caldera: mitos de poder, guerreros y símbolos solares convertidos en diagramas que recorren la superficie de la máquina.
Caption sugerido: Motivos narrativos inspirados en los murales de Cacaxtla: geometría y figura como memoria.
Xochitecatl
Lugar sagrado asociado a prácticas agrarias y ceremoniales, Xochitecatl ofrece motivos circulares y solares que alimentan la iconografía de la pieza. Sus formas —plazas, montículos y símbolos vinculados al ciclo agrícola— se traducen en patrones repetitivos que evocan ciclos de energía (vapor, fuego, crecimiento), integrados en la composición global de la escultura.
Caption sugerido: Patrones solares y circulares, reimaginados como diagramas de energía sobre la superficie.


La Malinche (Iztaccíhuatl/La Malinche — topografía)
La montaña y su presencia en la memoria colectiva aportan el sentido de paisaje y escala: la pieza dialoga con la idea del cerro como testigo y guardián. Además, las trayectorias históricas y simbólicas asociadas al entorno de La Malinche (paisajes, rutas y visiones desde la cumbre) se reflejan en la decisión escultórica de una pieza que mira y es mirada desde la verticalidad.
Caption sugerido: La escala y la mirada: la montaña como referente de presencia y vigilancia.
V. Conceptualización y proceso creativo
“¿Cómo se vería una máquina antigua si hubiera sido construida con el alma de México?”
— CABA
La obra nació de esa pregunta.
Los primeros bocetos trazaron la silueta de una caldera oxidada que emergía de la tierra, como si la historia misma la hubiese enterrado y revelado al mismo tiempo.
Luego, el equipo de CABA Studio desarrolló modelos tridimensionales y renders que exploraron la textura, la escala y la relación simbólica entre los elementos.
La creación integró tecnología digital, fundición tradicional y ensamblaje escultórico, uniendo saberes de ingenieros, herreros y artesanos.
El metal fue tratado para conservar una pátina viva, que cambia con el clima, haciendo que la pieza evolucione como si respirara el paso del tiempo.


Galería del proceso
(Bloque de imágenes o slider — incluir bocetos, estudios de motivos de Cacaxtla/Xochitecatl, renders y vistas 3D)
- Primer trazo: Silueta base de la caldera y estudio de proporciones.
- Motivos prehispánicos: Bocetos inspirados en Cacaxtla y Xochitecatl aplicados al metal.
- Render 3D inicial: Exploración de textura, volumen y entorno (7 m / 8 m).
- Versión final: Integración de astronautas, halcón y entorno escenográfico.
- Detalle de superficie: Oxidación controlada y grabado simbólico.
Captions para imágenes de inspiración (sugeridos):
- Estudio de motivos — Cacaxtla: composición narrativa.
- Patrones solares — Xochitecatl: repetición y ciclo.
- Paisaje y escala — La Malinche: referencia de presencia vertical.
VI. Construcción
El proceso de construcción combinó estructura interna de acero reforzado con recubrimientos exteriores tratados para envejecer naturalmente.
Cada motivo tlaxcalteca fue modelado digitalmente a partir de patrones originales y fundido en bronce, integrándose a la superficie con precisión artesanal.
La escultura se ensambló en módulos, permitiendo su transporte y montaje in situ.
El acabado final, logrado por oxidación progresiva, convierte cada pieza en única: ninguna superficie envejece igual.
VII. Interacción y legado
Una placa de bronce acompaña la escultura con un código QR, que invita al espectador a descubrir esta página.
Desde aquí se puede acceder a la historia, el proceso y los testimonios detrás de la obra, prolongando su experiencia en el espacio digital.
La Caldera Ruston — Vigía del Tiempo no es solo un objeto monumental: es un espejo entre el pasado y el porvenir.
Un recordatorio de que descubrir México es también descubrirnos a nosotros mismos.