Cada curva, cada pliegue, parece obedecer a una geometría invisible que une lo vivo con lo divino.

Metamorfosis Áurea es una reflexión sobre la armonía oculta en la naturaleza y la capacidad del ser para adaptarse sin romper su esencia. El camaleón no cambia por debilidad, sino por sabiduría: porque comprende que todo equilibrio es movimiento.

Los tonos, antaño brillantes, hoy lucen oxidados: verdes esmeralda apagados, dorados que han perdido su fulgor, como si el tiempo hubiera pasado también por la geometría divina.

Metamorfosis Áurea es una meditación sobre el cambio inevitable.
La perfección se oxida, la forma se transforma, y en ese proceso surge una nueva belleza: más humana, más frágil, más real.