De su cabeza emerge un arrecife que parece crecer como pensamiento detenido. La obra combina vulnerabilidad y equilibrio, como si la herida se hubiera convertido en origen.

Metamorfosis del Silencio habla de la transformación del ser ante la pérdida. El cuerpo mutilado, símbolo de imperfección, encuentra en el coral una nueva forma de pensamiento: orgánica, lenta y viva. Es la reconciliación entre la ruina humana y la creación natural —una mente que ya no razona, sino que respira bajo el agua del tiempo.