En esta página
Su superficie vibra en quietud, como si cada relieve respirara. La obra invita a mirar de cerca, a percibir el orden secreto que habita dentro de la imperfección.
Silencio Molecular explora la frontera entre la forma cerámica y la biología, entre el objeto creado y el cuerpo vivo. Las grietas y texturas se convierten en lenguaje: cicatrices que revelan la historia térmica de la materia. Es un homenaje a la calma estructurada del universo, donde incluso lo más simple contiene un cosmos.
